El turismo sostenible se ha convertido en una importante fuente de ingresos y desarrollo para las comunidades rurales de Guatemala.
A través de iniciativas que promueven la conservación del medio ambiente, la preservación de la cultura y la participación activa de las comunidades, se está logrando un turismo responsable que beneficia tanto a los visitantes como a los habitantes locales.
Proyectos ecoturísticos, hospedajes comunitarios y actividades turísticas centradas en la cultura y la naturaleza están generando empleo y mejorando la calidad de vida en estas comunidades, al tiempo que promueven la protección de los recursos naturales y la diversidad cultural.